24/1/13

Olvido

Constantemente, entramos a la vida de ciertas personas para estar a su lado en aquellos momentos en los que más necesita a alguien, para poder hacer todo lo posible por esa persona... En definitiva, para que ella tenga una mano a donde agarrarse cuando se resbale estando al borde del acantilado.

No obstante, la historia se repite, una y otra vez. Entramos en un círculo vicioso, en una rueda en constante movimiento a lo largo de la vida... Un ciclo llamado olvido. Con esto no quiero dar a entender que esté esperando algún tipo de compensación por ayudar a alguien. Es más, no hay mayor satisfacción que ver la sonrisa de aquella persona que ha derramado lágrimas delante de tus ojos...

Sin embargo, la vida siempre nos muestra la pura realidad, una realidad que, en muchos casos, no es demasiado alentadora. Pasa el tiempo y, por las circunstancias que sean (ni yo mismo las he llegado a comprender en la mayoría de casos), esa persona se va alejando de ti. Cada vez te saluda o te pregunta cómo estás con menos frecuencia, las conversaciones se tornan cada vez más frías y distantes, muchas veces siquera te habla... En definitiva, esa persona te guarda en su baúl de los recuerdos llamado olvido.

Mirándolo desde un punto de vista positivo, siempre me quedará la satisfacción personal de haber hecho, o intentado hacer, algo por esas personas, esa sensación de bienestar por, al menos, no haberme quedado de brazos cruzados ante tales situaciones.
Sin embargo, esta satisfacción, este orgullo, no pueden salvarme del abismo cuando es mi propio pie el que resbala estando al borde de éste. No hay una mano que agarre la mía y evite que sea tragado por la oscuridad...

(...)

1 comentario:

  1. Hay gente, aunque tal vez no sea tu caso, que, pensándolo mucho, no merece apoyo ninguno. Más que nada porque lo único que hace es aprovecharse de los demás sin dar nada a cambio. Y la vida consiste en dar y recibir.
    Es lógico que a veces esperemos algo más de las personas, y más aún si son cercanas. Y mucho más aún si nos hemos desvivido por ellas.

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