Ella, la mujer más importante de mi vida, terminó por irse de ella, y todo por mi culpa, por no darme cuenta de las cosas pese a que las tuve delante todo el tiempo... Mi TDAH, mi excaso -aunque a veces creo que presente- tiroides... No sé si son culpables de esta forma de ser tan aleatoria que tengo o si, simplemente, intento buscar culpables a algo que yo mismo me he buscado...
Ayer, y como auguré al leer su mensaje por la mañana, la noche se convirtió en una de las peores (por no decir la peor) de mi vida, sintiéndome igual, o peor, que la misma noche en la que perdí a mi pequeña, sin nada que hacer, muriendo ahogada por una puerta que dejé abierta, por una puerta que deje sin cerrar...
En este caso, y aunque parezca otra cosa, el símil corresponde a la perfección: Dejé una puerta abierta (era una relación, en una relación están implicadas dos personas, pero yo la abandoné...) y ella se ahogó en dolor y sufrimiento. Y el culpable soy yo, y eso me hace sentir aún peor. No entiendo cómo pude ser tan imbécil... La prometí, cuando la pedí salir, que nunca la volvería a hacer eso; sin embargo, lo volví a hacer, y esta vez ya era demasiado tarde. Como siempre, me doy cuenta de las cosas cuando ya no tienen solución y, aunque ello ha servido para darme cuenta de cuán equivocado estaba en ciertos aspectos, no me consuela lo más mínimo, pues he perdido a la persona más importante de mi vida, a la única que llenaba el vacío que hay en mí... (y sí, apenas la conocía desde hace un mes, pero ésa es la razón por la que la amaba tanto: NUNCA antes había conectado con una persona de esa forma y en tam poco tiempo).
Para colmo, he pasado una noche de cine. De por sí, soy una persona que tiene lo de soñar un poco muerto, es decir, apenas sueño; bien, esta noche se lleva la palma: Me he levantado/despertado y dormido más de cinco veces; todas esas veces, he soñado con ella... Pesadillas, sueños esperanzadores... El tiempo dirá, más bien ella, cuál de los dos acaba aferrándose a mi vida...
Sinceramente, creo que nunca me había dolido el corazón así; de hecho, creo que nunca me había dolido el corazón... Tampoco sé cómo, aunque este blog es lo único que tengo para poder hablar de estas cosas (poder desahogarme...), no sé cómo estoy siendo capaz de escribir todo esto...
La amaba, la amo, y creo que nunca dejaré de amarla.
Por muy estúpido que parezca, en más de una ocasión -y pese a llevar saliendo menos de un mes-, me imaginé a mí mismo arodillado frente a ella con anillo de compromiso... Y todo eso, ha terminado por convertirse en un par de corazones rotos.
Es posible que no haya esperanzas de recuperarla, pero menos esperanzas hay en la vida de encontrar a una segunda persona como ella...
Es la primera vez que digo/siento esto, pero: ¡No me pienso rendir! Seguiré esperando, aunque ello implique esperar por toda la eternidad...
Lo siento mucho...
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