A lo largo de toda mi infancia siempre estuve buscando la respuesta a una pregunta... ¿Qué es la amistad? Quería llenar el vacío que mi corazón tenía, un vacío demasiado doloroso...
Puede que, hoy en día, esa herida haya cicatrizado, mas son demasiadas las veces en las que la siento reabrirse.
He cambiado tantas veces de grupo... Es posible que fuera mi culpa por ir distanciándome poco a poco, pero pienso que si lo hice tantas veces fue por no encontrar una razón para quedarme (por ejemplo, no sé lo que se siente cuando tus amigos se reúnen para celebrar tu cumpleaños y darte algún regalo que hayan podido comprar entre todos sin tener por qué ser nada del otro mundo), una razón para mostrar mi preocupación por los integrantes del grupo. En definitiva, la calidez que hiciera a mi corazón saber que había encontrado otro lugar al que llamar hogar.
Creo que ha habido sólo dos ocasiones, al menos que yo pueda recordar, en las que he sentido una calidez parecida. Fue cuando saqué de la calle a dos crías de pajaritos (siempre me venían a recibir al entrar a casa, estaban conmigo...), pero ellas ya dejaron este mundo; aun así, su recuerdo perdura en mi corazón. Nunca os olvidaré...
Siempre he pensado, al menos he querido pensarlo, que un amigo/a es aquel que se preocupa por ti, que es capaz de cuidar y velar por ti en esos momentos más duros de la vida, alguien que te conoce, que sabe cómo te sientes, que, en definitiva, te conoce...
Es posible que en estas mismas líneas esté respondiendo a esa pregunta que tanto ha atormentado mi existencia: Me suelo preocupar bastante por la gente (al menos sí por ciertas personas, encima más del género femenino...), aunque conocer a esas personas... Me cuesta mucho conocer a la gente; es más, creo que no conozco bien a nadie. Mi memoria me impide llegar a conocer bien a alguien, siempre olvido las cosas con mucha facilidad, sobretodo esas conversaciones con la gente que, en definitiva, son las que pueden permitirte llegar a conocer a alguien.
Llegados a este punto, ahí también podría hallarse otra respuesta a la susodicha pregunta. Me cuesta mucho abrir mi corazón a la gente. ¿Por qué? Es posible que tenga miedo a que vuelvan a traicionarme, pese a la cantidad de veces que me han traicionado ya... Sinceramente, no lo sé.
¿Podría ser que todos los animes que he visto hasta la fecha y que tanto hacían vibrar a mi corazón sean los causantes del vacío por haberme dado un concepto falso de la amistad? ¿O pretendo aferrarme a un significado que nunca más volvera a existir, un significado que ya hace tiempo murió?
Dicen que las heridas son nuestras marcas de guerra, heridas que marcan el paso imbatible de la vida. Es posible que me haya cansado de sangrar tanto, de recibir herida tras herida...
"A veces necesitamos recordar que un amanecer dura sólo unos minutos, pero su belleza puede arder en nuestros corazones para siempre" -Drizzt Do'Urden- (R.A. Salvatore)
30/11/12
26/11/12
Se retoma el blog
Como podréis deducir del título de esta entrada, sí, vuelvo a retomar el blog que hace varios años creé con motivo de un trabajo en una det. asignatura...
Las razones por las cuales dejé el blog son varias: Falta de inspiración, falta de tiempo, falta de ganas... aunque, en realidad, fue una la que me llevó a abandonarlo completamente: mi expresividad.
Constantemente me quejaba de lo mucho que me costaba expresarme, de con lo fácil que resulta decir la cosa más simple (y sin perder por ello la emotividad) buscaba la forma más rebuscada y difícil de hacer llegar algo con la mayor sensibilidad posible, llevándome en la mayoría de los casos a no decir absolutamente nada.
Ha pasado su tiempo; muchas cosas han pasado; he madurado bastante a lo largo de todos estos años; no obstante, muchas veces me encuentro en la situación anteriormente descrita aunque, a diferencia de antaño, ahora son más (y más fuertes) los sentimientos a transmitir, así como el número de veces que realmente he conseguido expresar lo que siento ha aumentado... Otra razón es la que he estado experimentando con Twitter. Ha sido mi fuente de desahogo durante todos estos años; no obstante, muchas veces he encontrado en los 140 caracteres por entrada un impedimento a plasmar esos sentimientos que guardo en el corazón, una fragmentación que hace perder sentimiento a aquello que quería plasmar...
En definitiva, quisiera concluir que haré una revisión profunda de lo poco que en el blog había escrito (corregiré mis faltas ortográficas -inevitables cuando uno es tan joven-, reorganizaré todas las entradas, etc.), así como una limpieza de seguidores (realmente los que tengo no pueden llamarse así, exceptuando una muchachita gatuna y un viejo compañero...), blogs que sigo y demás chorraditas.
Espero que este blog (y todo lo que en él se publique) sea de vuestro agrado; si no, ya sabéis dónde está puerta. Si algo no te gusta, pasa de ello...
Un saludo.
Las razones por las cuales dejé el blog son varias: Falta de inspiración, falta de tiempo, falta de ganas... aunque, en realidad, fue una la que me llevó a abandonarlo completamente: mi expresividad.
Constantemente me quejaba de lo mucho que me costaba expresarme, de con lo fácil que resulta decir la cosa más simple (y sin perder por ello la emotividad) buscaba la forma más rebuscada y difícil de hacer llegar algo con la mayor sensibilidad posible, llevándome en la mayoría de los casos a no decir absolutamente nada.
Ha pasado su tiempo; muchas cosas han pasado; he madurado bastante a lo largo de todos estos años; no obstante, muchas veces me encuentro en la situación anteriormente descrita aunque, a diferencia de antaño, ahora son más (y más fuertes) los sentimientos a transmitir, así como el número de veces que realmente he conseguido expresar lo que siento ha aumentado... Otra razón es la que he estado experimentando con Twitter. Ha sido mi fuente de desahogo durante todos estos años; no obstante, muchas veces he encontrado en los 140 caracteres por entrada un impedimento a plasmar esos sentimientos que guardo en el corazón, una fragmentación que hace perder sentimiento a aquello que quería plasmar...
En definitiva, quisiera concluir que haré una revisión profunda de lo poco que en el blog había escrito (corregiré mis faltas ortográficas -inevitables cuando uno es tan joven-, reorganizaré todas las entradas, etc.), así como una limpieza de seguidores (realmente los que tengo no pueden llamarse así, exceptuando una muchachita gatuna y un viejo compañero...), blogs que sigo y demás chorraditas.
Espero que este blog (y todo lo que en él se publique) sea de vuestro agrado; si no, ya sabéis dónde está puerta. Si algo no te gusta, pasa de ello...
Un saludo.
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